Anticorrupción señala a Francisco González, expresidente del BBVA, como la persona que ordenó contratar al comisario Villarejo, según consta en un escrito que forma parte del sumario de la pieza en la que se investiga el espionaje de Villarejo.

Según se extrae de este escrito, Julio Corrochano recibió la orden de González para contratar al grupo Cenyt por sus vínculos personales con José Manuel Villarejo tras años como compañeros en el Cuerpo Nacional de Policía.

La Fiscalía afirma que estos contactos se hicieron a sabiendas de su condición policial en activo y de que sus servicios incluían el acceso a información reservada que sólo podían obtener prevaliéndose de dicha condición a través de los estrechos contactos que tanto Corrochano como Villarejo tenían con otros miembros destacados del Cuerpo Nacional de Policía, especialmente el Jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Comisaría General de Información, Enrique García Castaño.

Infiltraciones, seguimientos y pinchazos telefónicos

El comisario Villarejo señala en un informe que lleva por título 'Proyecto FG' que habría contactado con hasta 49 políticos, periodistas y colaboradores con el objetivo de boicotear el intento de Sacyr de entrar en el consejo de administración del BBVA. A esto suma seguimientos de objetivos, pinchazos telefónicos, infiltraciones en servicios de seguridad y hasta incidencia en líneas editoriales de medios de comunicación.

Según la sinopsis de ese informe, incluido en el sumario de la Pieza 9 del caso 'Tándem' del que se ha levantado el secreto esta semana, el objetivo de los trabajos de Villarejo era "boicotear las acciones" previstas contra "K" (el cliente) y provocar el "abandono del acoso" contra el ex presidente del BBVA Francisco González, así como mejorar su reputación.

Villarejo (siempre según anotaciones de ese Proyecto FG) llegó a contactar con hasta 89 medios de comunicación, mantuvo 73 citas con servicios de inteligencia del Gobierno, 27 encuentros con miembros de servicios de inteligencia extranjeros, 64 contactos con especialistas en economía y hasta 49 "acercamientos" al entorno privado de miembros de Sacyr.

En uno de los puntos del proyecto que lleva por nombre control de comunicaciones, refleja 16.000 comunicaciones analizadas, de las que 9.700 aproximadamente son de móviles relacionados con el GH (Grupo Hostil). Otros 6.700 serían comunicaciones realizadas desde fijos en oficinas y domicilios privados y hasta 869 conversaciones interceptadas, de las que sólo "un 5% son relevantes".