La comunidad educativa mantiene que la versión de la presidenta regional no encaja con las normas de la Rey Juan Carlos: "Hay criterios de presencialidad de los que sólo pueden estar libres quienes hayan recibido oficialmente esa certificación no nos referimos a políticos sino a alumnos con necesidades físicas" explica Luis Ayala, catedrático de Economía de la URJC.

Cifuentes asegura que los profesores se adaptaron a sus necesidades, que le cambiaron los exámenes por trabajos y le guardaron la nota del trabajo fin de master: "Nadie puede presentarse a un TFM sin tener todas las asignaturas aprobadas si esto es así es una irregularidad muy fuerte que puede dar lugar a la anulación" asegura Manuel Villoria, catedrático de Ciencia Política y Administración de la URJC.

Para encontrar una voz que respalde a Cifuentes dentro de la comunidad educativa hay que acudir al Consejero de Educación, Rafael Van Grieken: "Se hablaría de esas especiales circunstancias que tenía y estoy absolutamente convencido de que ella cumplió con todo lo que tenía que cumplir como cualquier otro alumno, no tuvo ningún trato de favor".

Matriculándose con tres meses de retraso y sin acudir a clase, habría sacado, cinco sobresalientes, cuatro notables y cuatro aprobados: "Lo normal es que si haces eso no apruebes nunca, ni el master ni ninguna asignatura" cree Ana García, secretaria general del Sindicato de Estudiantes.

Por eso, los estudiantes presentaron una querella que ya está estudiando la fiscalía y para este lunes han convocado una protesta en el campus de Vicálvaro: "Parece que existan estudiantes de primera y de segunda, se empeñan en querer manchar el nombre de nuestra universidad" dice Aníbal Valverde, del concejo de Estudiantes Independientes. Piden la dimisión de Cifuentes y que se conozca toda la verdad.