Ni la presión ni el estrés. La cirrosis que padecía fue la resposable de la muerte de Rita Barberá. Según la autopsia, a la que ha accedido en exclusiva 'Crónica', de el diario 'El Mundo', la senadora del Partido Popular falleció "por un problema hepático" que le provocó "un fallo multiorgánico".

Conclusiones que dejan sin argumentos a quienes culparon directamente a los medios y a las voces críticas, como Celia Villalobos, Jesús Posada o Rafael Hernando. Rita Barberá tenía un grave problema de cirrosis. Según el informe clínico, padecía una ascitis. Esto es, líquido en el abdomen, problema causado por una hipertensión en las venas. Los médicos del Anatómico le extrajeron una gran cantidad de líquido infeccioso.

Pese a su estado de salud, la noche antes de morir la senadora cenó tortilla y un whisky. Sin embargo, hay quienes aseguraron que Rita murió de pena. Incluso, la televisión pública se apuntó a la teoría del portavoz del PP en el Congreso, que afirmaba que el caso de Barberá era "un espectáculo que producía buenas audiencias" y que sus consecuencias "había que analizarlas".

Un Informe Semanal dirigido por Jenaro Castro, periodista muy cercano al PP, fue manipulado para insinuar que la muerte de Rita Barberá por la presión ejercida sobre la exalcaldesa, entonces imputada por blanqueo en la trama del 'pitufeo'.