Oriol Pujol disfrutará finalmente del tercer grado. La audiencia de Barcelona avala la decisión de la Junta de tratamiento de la prisión asegurando que "muestra afectación por el ingreso en prisión, reprobación y arrepentimiento en relación a la comisión delictiva y voluntad de cambio; los riesgos son bajos".

El tribunal señala además cuál debe ser el fin del las condenas: "No se busca la venganza social, ni la conversión de infractores en banderas o símbolos, sino la corrección de los factores que en un determinado momento condujeron o pudieron conducir a la comisión delictiva", argumenta la Audiencia Provincial de Barcelona.

Y respalda el razonamiento por el que Vigilancia penitenciaria le concedía la semilibertad. "Mostrando un alto grado de arrepentimiento y reprobación ante el hecho delictivo (...), así como el diagnóstico social positivo y su integración sociofamiliar, ostentado en la actualidad un empleo como agente comercial en diferentes empresas", explica.

Así pues, desestima el escrito presentado por el Ministerio fiscal que alertó del mensaje que se transmitía. "El interno cometió el delito por pura codicia, por mera avaricia, así como por una situación privilegiada (...) se transmite a la sociedad un peligrosísimo mensaje de que es rentable delinquir (...) y que la ley no es igual para todos".

El primogénito de los Pujol dormirá en prisión de lunes a viernes y disfrutará de los fines de semana en libertad.