El BBVA se presentó ante la Justicia como una víctima, pero el juez Manuel García Castellón ha decidido imputar al segundo banco más importante de España los delitos de cohecho, revelación de secretos y corrupción en los negocios. Es el último paso del caso que investiga las escuchas ilegales del excomisario Villarejo para el BBVA.

Villarejo emprendió sus escuchas en 2004, durante el mandato de Francisco González. En un comunicado, el actual presidente del banco, Carlos Torres, ha reiterado que su prioridad es el esclarecimiento de los hechos, tal y como ha dicho en varias ocasiones. "El BBVA seguirá colaborando con la justicia", anunció el pasado mes de marzo.

Francisco González no está imputado en el caso, pero sí su entonces consejero delegado, Ángel Cano, y Julio Corrochano, exjefe de seguridad del banco, que en una conversación con Villarejo menciona al presidente del banco la contratación del excomisario para espiar al constructor Fernando Martín.

"Cogió al presidente, a la primera que le llamaron, y cuando él se entera les dice: 'Pero bueno, ¿habéis hablado con Julio? Ya es la tercera, ¡hablad con Julio!'", explicaba Corrochano a Villarejo. Entre los exdirectivos del BBVA investigados está también Antonio Béjar. La Fiscalía pidió este viernes medio millón de euros de fianza para evitar la prisión. Después de su declaración ante el juez, ha retirado su petición.