La idea es que la ciudadanía pueda exponer sus problemas de convivencia y proponer soluciones a los mismos, sin que esto derive en un "sistema paralelo" o ajeno al judicial. Para ello, se contempla la puesta en marcha de una "Mesa de Convivencia y Seguridad" en la que ciudadanos y agentes municipales aborden temas como la limpieza de las calles o el ruido de los bares.

Los promotores de la iniciativa aclaran que no se pretende que esta medida sustituya a la Policía, como tampoco que los agentes estén a las órdenes de los vecinos.

Esta idea, que figura en el denominado "Programa de gobernanza comunitaria", se encuentra en una primera fase participativa en el barrio de Lavapiés sin ningún órgano o figura cerrada. En el caso de que el resultado sea satisfactorio, este planteamiento se extendería al resto de la ciudad.

El equipo de gobierno defiende que este modelo funciona en otras grandes ciudades, como Londres y Berlín e incluso en países como EEUU y Australia, de los que también copia la posible creación de "jurados vecinales" o "comunitarios", alternativos a la justicia ordinaria, pero nunca sustitutos de la misma.

Otra de las iniciativas en las que se fija el Ayuntamiento son los llamados "gestores de barrio", que están en funcionamiento en Holanda y por los cuales cada zona de la ciudad cuenta con una persona que la conoce a fondo y que "ordena y canaliza" todos los problemas que puedan surgir.

Por su parte, el proyecto de gobernanza comunitaria se da conocer tres meses después de que el equipo de gobierno de Ahora Madrid presentase el Plan Director de la Policía Municipal, en el que se defiende un Cuerpo volcado en la comunidad.