La alcaldesa de Alzira, del PP, expropia todas aquellas casas vacías y sin conservar que tienen los bancos en el pueblo, para que los vecinos con pocos recursos puedan acceder a una vivienda.
La vocación de servicio público en Alzira está presente en miles de políticos de nuestro país, como en Jun. Su alcalde, socialista, gobierna en una localidad donde todo, desde pintar una columna hasta decidir la limpieza de las calles, se decide a golpe de tuit.
Los plenos se retransmiten por internet, para que todos los vecinos tengan acceso, mientras que, otros ediles, en lugar de estar a la última en tecnologías, prefieren la cercanía con el vecino. Como el alcade de Albal, en Valencia, que se ha convertido en 'El tormento de los bancos'.
Trata de impedir el desahucio de sus vecinos negociando directamente con los directores de las entidades.
Son ejemplos de que también se puede hacer política para mejorar la situación de los ciudadanos en tiempos de crisis.