José María del Nido afirmó haber entregado personalmente mordidas a Julián Muñoz a cambio de adjudicaciones a dedo para sus empresas.
El exalcalde lo ha negado tajantemente. Por lo demás, la estrategia de Muñoz ha sido reconocerlo prácticamente todo, pero achacárselo a Jesús Gil. Dice que él sólo era una marioneta.
Asegura que, incluso, cuando Gil dejó dejó la alcaldía, siguió siendo el único patrón de Marbella: "Yo recibía instrucciones de Gil, incluso después de dejar de ser alcalde".
Señala que toda corrupción era posible en Marbella, y que le faltó coraje para afrontar la situación. Dice que sólo tomó las riendas de la ciudad tras ganar las elecciones de 2003, pero le duró poco.
Durante el interrogatorio, Muñoz parecía fatigado. Antes de finalizar, ha querido pedir perdón. Luego se ha ido, y en principio no volverá hasta que se presenten los escritos de acusación.