Con las cuestiones previas ha empezado un juicio del procés que para el abogado de Junqueras, Andreu Van den Eynde, "atenta contra la disidencia política".

Un "juicio político contra el independentismo", dice el abogado, que ha sido más duro en las argumentaciones afirmando que "los catalanes protestamos porque estamos excluidos de determinadas decisiones".

Y que habla de la vulneración los derechos fundamentales, como la libertad expresión o el derecho de protesta. "No nos pongan las caceroladas o el lanzamiento de aviones de papel, es que eso es un atentado contra el derecho a la protesta", afirma.

Además, hala de los derecho políticos diciendo que "al señor Junqueras no se le ha visto porque le han quitado de la arena política". Y ha criticado que con esto y la utilización de un lenguaje militar por parte de las acusaciones se trate de "equiparar" a los acusados con terroristas.

Un discurso totalmente diferente ha hecho el abogado de Forn, el único que ha defendido la neutralidad del Supremo. Ha hecho una argumentación mucho más técnica, criticado los atestados policiales y ha pedido la declaración del exministro Zoido.

Por su parte, Jordi Pina ha denunciado la imparcialidad de cuatro magistrados de la sala, porque formaron parte de la admisión de la querella. Algo que ha vinculado además con el whatsapp de Cosidó respecto a "controlar la sala del tribunal por la puerta de atrás" advirtiendo que "Europa nos dice siempre que las apariencias son muy importantes".

Pina ha insistido además en la necesidad de que el rey Felipe y Carles Puigdemont declaren como testigos.