El juez achaca a Oukabir, a cuyo nombre se alquiló la furgoneta del atentado de Las Ramblas de Barcelona, y a Houli Chemlal, herido en la explosión del chalé de Alcanar, delitos de integración en organización terrorista (entre 6 y 14 años de prisión), fabricación y depósito de explosivos (de 8 a 15 años) y tentativa de estragos (de 10 a 15 años), en este último caso por los planes de atentar contra monumentos como la Sagrada Familia.

A Ben Iazza, quien facilitó su documentación a los autores de la masacre para comprar los componentes necesarios para fabricar el explosivo conocido como 'la madre de Satán', le imputa un delito de colaboración con organización terrorista, que contempla penas de entre 5 y 10 años de prisión.

Andreu no procesa a ninguno de ellos por los 16 fallecidos y 140 heridos en los atentados de Las Ramblas de Barcelona y Cambrils, ya que los autores fueron abatidos por los Mossos, si bien les imputa, en grado de tentativa, los planes de la célula de hacer "uno o varios atentados de grandes dimensiones" en Cataluña en lugares emblemáticos como la Sagrada Familia.