Ciudadanos le da gas a la campaña con un Albert Rivera enfundado en un mono al que no le falta el detalle de color naranja. "Soy motero desde que tengo uso de razón", afirma el candidato de la formación a la Presidencia del Gobierno. Él insiste en mostrarse como un motero convencido: "Te ponen un dorsal y un crono y te vuelves un 'killer'".

Un cronómetro en cuenta atrás en una campaña que genera expectación a la llegada de Pedro Sánchez. El candidato socialista ha sido recibido entre gritos de 'presidente', si bien también ha tenido que escuchar consignas contra los desahucios. Y dentro, en el evento electoral, ha recibido cariño y un encargo: "Que se nos suban las pensiones".

Por su parte, Casado ha pisado Canarias a la vez que el PP ha estrenado su propia temporada de Juego de Tronos para dejar claro que, frente a los que "prefieren dividir y vivir separados del resto, España no es Juego de Tronos". Quieren sembrar de azul todo el territorio.

De morado, y con la clásica consigna 'Sí se puede', han recibido a Pablo Iglesias en Baleares. Esta campaña se entremezcla con la Semana Santa; tanto que, en Valladolid, manifesantes en favor de la República coincidían a la vez con una procesión de Domingo de Ramos, acabando en un cara a cara que al PP no ha gustado.

"Creo que personas normales no boicotean un Domingo de Ramos", ha denunciado Teodoro García Egea, secretario general de los populares, en declaraciones a Onda Cero. Motorizan también la campaña en Vox, pero a un modo más rural. Incluso, aprovechan para lanzar un dardo en una entrevista concedida al diario El Independiente.

"Para no decir tonterías hay que hablar pocas veces, y veo que hay otros que andan como pollo sin cabeza hablando todo el rato", ha afirmado el líder de la formación de extrema derecha, Santiago Abascal. Porque ellos priman el hablar poco, por si acaso.