Juan Cotino ha declarado como imputado por el caso Gürtel. Ocho años después de aquella visita del papa a Valencia organizada por Cotino, el dirigente del PP ha tenido que explicar si hubo irregularidades en las adjudicaciones a la trama del 'Bigotes'. Según algunos testigos, era quien lo decidía todo. Sin embargo, ha declarado que él no tomaba ninguna decisión.
A un lado le esperaba la prensa. Al otro, trabajadores de la difunta Canal 9. Resultado: un recibimiento apoteósico. A gritos ha conseguido decir unas palabras. Es la primera vez que el expresidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino, acude a declarar como imputado, y desde dentro aún escuchaba los gritos de ladrón.
Se sienta ante el juez acusado de amañar contratos millonarios para la cobertura de la visita del papa en 2006. La UDEF le consideró el hombre clave, el que tomaba las decisiones. Hoy Cotino le ha dicho al juez que no.
Pero el informe de la polícía señala que, sólo en pantallas y sonido, los valencianos pagaron, a través de Canal 9, 7 millones de euros, por algo que supuestamente costaba 3. Cotino también ha negado que se lucrara. Lo suyo, siempre ha mantenido, era devoción: "Yo en la visita del papa estuve trabajando de voluntario".
Imputado por prevaricación, tráfico de influencias, cohecho y malversación, hoy ha acudido al tribunal como un político jubilado. Presentó la renuncia justo antes de ser imputado, para dedicarse, dijo, a una plantación de caquis, que hoy habrá tenido que dejar para plantarse ante el juez.