Juan Carlos I quiere regularizar al menos 500.000 euros de ingresos opacos que utilizó entre 2016 y 2018, años en los que ya no era inviolable, y que fueron a cargo de un empresario mexicano.

De acuerdo con la información publicada por 'El País', el equipo jurídico del rey emérito se reunió con Hacienda para trasladarle una propuesta de regularización fiscal de estos fondos ajenos. De los tres años analizados, al menos en dos de ellos el antiguo monarca habría cometido delito fiscal.

El propietario de las cuentas que pagaron hoteles, viajes y restaurantes, entre otros, es el mexicano Allen Sanginés-Krause y el emérito dispuso de ese dinero a través de un supuesto testaferro, el coronel del Ejército del Aire, Nicolás Murga Mendoza, según Anticorrupción.

Los fiscales han sumado más de 500.000 euros en gastos acreditados a Juan Carlos I en esos tres ejercicios. No solo el antiguo jefe del Estado dispuso de esos fondos, también otros miembros de su familia entre los que no se incluyen los Reyes actuales. La cifra podría aumentar conforme avancen las investigaciones, dice el rotativo citando a fuentes jurídicas.

En dos de esos tres ejercicios el rey emérito habría cometido delito fiscal, ya que su fraude superaría el umbral de los 120.000 euros anuales. El emérito intenta ahora regularizar su situación ya que, según la ley, quedará exento de responsabilidad penal quien regularice su situación fiscal antes de que el juzgado o Hacienda notifiquen al interesado la apertura de actuaciones.

De momento, ni la Agencia Tributaria ha abierto expediente ni la Fiscalía ha presentado querella.

Según 'El País', el antiguo monarca deberá pagar el 70% de los ingresos no declarados, unos 350.000 euros sobre ese medio millón que Juan Carlos I ocultó al fisco.

El rey emérito tiene dos causas más abiertas en el Tribunal Supremo, donde se encuentra aforado: la investigación sobre el supuesto cobro de comisiones ilegales por las obras del AVE a la Meca en 2014 (todavía inviolable) y la relativa a las sociedades en paraísos fiscales.

El medio millón que Juan Carlos I quiere regularizar no tiene nada que ver con las cantidades de las que disponía el exjefe del Estado en Suiza, donde recibió un regalo en 2008 del entonces rey de Arabia Saudí de 100 millones de dólares (65 millones de euros). En 2012 vació estas cuentas y donó el dinero a su amante Corinna Larsen.