Nuevas informaciones sobre el rey emérito. Según publica 'El Confidencial', Juan Carlos I habría realizado retiradas de efectivo durante años (entre 2008 y 2012) de la cuenta que supuestamente usó para ocultar los 65 millones de Arabia Saudí. Los movimientos de esa cuenta, a nombre deLucum Foundation, muestran continuas salidas de fondos que superan los 100.000 euros al mes.

Según añade el medio, que ha tenido acceso a esos movimientos bancarios, la transferencia del rey de Arabia Saudí entró en la cuenta en agosto de 2008. Unas semanas después, el depósito ya registró las primeras salidas de fondos, destinados a pagar los honorarios del gestor Arturo Fasana y el abogado suizo Dante Canónica.

Tras esta retirada de fondos llegaron otras, de forma periódica, bajo el concepto "gastos personales". Solo en 2010, añade 'El Confidencial', Juan Carlos I dispuso de esa cuenta 1,5 millones de euros opacos, es decir 125.000 euros en efectivo al mes. Ninguna de esas disposiciones de efectivo fue declarada a la Hacienda española, algo que ya apuntó Arturo Fasana en su declaración ante el fiscal.Tras esas transacciones iniciales, el Rey emérito empezó a retirar fondos de forma periódica.

Lucum Foundation, según figura en documentos que también recoge 'El Confidencial', habría sido creada a petición del rey emérito el 31 de julio de 2008 por el gestor suizo Arturo Fasana y el abogado Dante Canónica. Hasta 2011, Fasana se convirtió en el presidente de la mercantil, y Canónica, en el secretario del consejo. Pero en marzo de ese año se formalizó un acta para dejar constancia de quiénes eran los verdaderos beneficiarios de la sociedad. De esta forma, los nuevos estatutos admitían que el auténtico titular de la fundación y, por tanto, de los 64,8 millones ingresados en Ginebra por Arabia Saudí, era "S.M. Juan Carlos I, rey de España".

El fiscal suizo sospecha que esa cantidad ocultada (65 millones de euros) pudo ser una comisión pagada por el consorcio de empresas españolas que resultaron adjudicatarias del tren AVE entre Medina y La Meca.

Pero hay más novedades. Según publica 'El Español', Juan Carlos I firmó otro documento "garantizando" que "la princesa Corinna" no era su testaferro, algo que reconoció el propio Dante Canónica en una comparecencia ante el fiscal suizo. El rey emérito habría firmado esos documentos días antes de transferir a Corinna, en junio de 2012, la totalidad de los fondos de la Fundación Lucum.

Además, el rey emérito y Corinna habrían excluido esa donación de la herencia del monarca. Así lo habrían especificado en una cláusula de un contrato firmado por ambos, al que también ha tenido acceso en exclusiva 'El Español'. Se trataría así del primer documento publicado en el que aparecen juntas las firmas de Juan Carlos I y su examiga Corinna.

Según 'El País', Corinna declaró ante la Fiscalía suiza en diciembre de 2018 que la transferencia que le hizo el rey emérito responde a un"regalo" a modo de "gratitud y amor" para asegurarle su futuro y el de sus hijos. "Era consciente de que había hecho mucho por él; tenía todavía la esperanza de poder recuperarme", aseguró ante el fiscal. Sin embargo, defendió que, en ningún caso, el rey trataba de deshacerse de ese dinero.

Lo cierto es que, solo tres días después de firmar la donación a Corinna Larsen, el príncipe Salman bin Abdulaziz al Saud (entonces ministro de Defensa y hoy rey de Arabia Saudí) fue recibido por Juan Carlos I y el entonces ministro de Defensa, Pedro Morenés, en Zarzuela.

A la luz de todas estas informaciones, 'El Confidencial' también añade que Casa Real y el Gobierno han empezado a estudiar posibles salidas a la insostenible situación del rey emérito. La "línea" que se está explorando -aseguran- es que don Juan Carlos abandone la Zarzuela o se exilie del país, cuestiones que no requerirían una traducción jurídica. Ambas instituciones han coincidido en la estrategia de poner distancia entre el anterior jefe del Estado y el actual.