El rey emérito Juan Carlos I habría pedido que le crearan "una estructura" en Suiza para guardar una "importante donación" que iba a recibir del rey de Arabia Saudí, según publica 'El Español', que asegura que el rey hizo esta solicitud al gestor de fortunas Arturo Fasana y al abogado suizo Dante Canónica en su despacho del Palacio de la Zarzuela.

Así lo habría revelado Dante Canónica en la declaración que prestó en agosto de 2018 ante el fiscal de Ginebra Yves Bertossa, a la que ha tenido acceso en exclusiva 'El Español'. El fiscal sospecha que Juan Carlos I "ocultó cerca de 100 millones de dólares en Suiza" con la ayuda del abogado y del gestor de fortunas y que esa cantidad pudo ser una retrocomisión pagada por el consorcio de empresas españolas que resultaron adjudicatarias del tren AVE entre Medina y La Meca.

Según añade el medio, Dante Canónica afirmó ante el fiscal que conoció a Juan Carlos I a finales de 2007, cuando se lo presentó Fasana "de forma amistosa". "Preguntó si existía la posibilidad de crear una estructura para recibir esta donación. Le respondí que era importante que supiéramos la cantidad y que también era importante crear una estructura totalmente transparente, es decir, que Juan Carlos I apareciera como beneficiario efectivo", declaró el abogado suizo sobre ese encuentro, aclarando que quedó "fuera de discusión" montar una estructura "opaca".

'El País' también ha tenido acceso a las declaraciones de Corinna Larsen ante la Fiscalía suiza en diciembre de 2018 (meses después que Canónica). Corinna señaló que la transferencia que le hizo el rey emérito en 2012 responde a un "regalo" que le hizo para asegurarle su futuro y el de sus hijos, a pesar de que entonces ya se conocía la importante fortuna de Corinna.

Además, la examiga del rey Juan Carlos I puntualiza en esas declaraciones que Juan Carlos I le hizo un "regalo" a modo de "gratitud y amor": "Era consciente de que había hecho mucho por él; tenía todavía la esperanza de poder recuperarme", aseguró ante el fiscal. Sin embargo, defendió que, en ningún caso, el rey trataba de deshacerse de ese dinero.