Durante la campaña electoral de diciembre de 2015, el entonces ministro Soria aprovechaba los micrófonos para arremeter con dureza contra la candidata de Podemos, Victoria Rosell, afirmando que "se metió a Podemos cuando la pillaron con el carrito del helado" o que "favorecía negocios aprovechándose de la toga".

La jueza le replicó una y otra vez que la fiscalía no la investigaba por corrupción, sino por una falta disciplinaria al no abstenerse en una causa que implicaba a su marido.

Pero Soria prosiguió con sus ataques, aunque sin acudir a los juzgados hasta dos meses después. Ahora, por los ataques en los que el exministro afirmaba que Rosell "utilizaba la toga para hacer política", tendrá que declarar como imputado el próximo 7 de febrero..por un delito electoral, de injurias y de calumnias.

"Debe responder por todo el daño que ha hecho, sus ataques no se pueden consentir", reclama Victoria Rosell.

Soria llegó a decir que era el mayor caso de corrupción de Canarias, aunque al final ha terminado archivado y con una investigación paralela por si un juez maniobró contra Rosell.