José Antonio Sarría, presidente de los empresarios navarros, los llama los 'años del plomo'. Tres décadas durante las cuales ETA extorsionó a 10.000 empresarios vascos y navarros: "Hemos recibido las cartas de extorsión, amenazándonos y sobretodo socializando el sufrimiento".
Con el fin de la lucha armada, los empresarios empezaron a respirar tranquilos. Pero todavía, denuncia José Antonio, hoy sufren el acoso de los extremistas: "La mirada de odio en el bar, el comentario cuando pasas, la pintada en tu taller… esto sigue pasando en algunas zonas de Navarra".
José Manuel Ayesa, expresidente de la Confederación de Empresario de Navarra, vivió 14 años con escolta, amenazado por ETA con llamadas telefónicas nocturnas: "La parte vieja de San Sebastián apareció llena de dianas con mi nombre y también algunos barrios periféricos de Pamplona".
Apoyó a más de 100 empresarios que sufrieron la extorsión. ETA les pedía como mínimo 20.000 euros de impuesto revolucionario: "Lo primero que se pregunta un empresario extorsionado es por qué a mí. En muchos casos era completamente aleatorio". Llegó A perder amigos: "Porque sus ideas no coincidían con las mías me retiraron la amistad".
No les importa dar la cara y explicar todo ese sufrimiento enterrado, en secreto por miedo, durante tantos años.