El expresidente del Govern balear Jaume Matas ha admitido este lunes ante la Audiencia de Palma haber cometido los delitos de prevaricación continuada y fraude a la administración pero ha negado el tráfico de influencias en el concurso para construir el hospital de Son Espases.
En el juicio que se celebra ante la sección primera del tribunal provincial, los otros tres de los acusados han alcanzado acuerdos de conformidad plenos con las acusaciones, pero Matas, aunque ha admitido los hechos de los que está acusado, rechaza que de ellos se derive tráfico de influencias, uno de los tres delitos por los que está acusado.
Al admitir los dos delitos, Matas asume también la petición de las acusaciones de que sea condenado como inductor de prevaricación continuada y fraude a 4 meses de prisión de cumplimiento efectivo, y 7 años y 2 meses de inhabilitación.
Al discrepar de la calificación jurídica y rechazar haber cometido tráfico de influencias, tampoco admite la condena de 1 año de cárcel que piden las acusaciones, así como una habilitación especial para cargo o empleo público por 3 años y multa de 31,6 millones (que era el beneficio pretendido por la constructora).
El expresidente y exministro de Medio Ambiente comparte banquillo con la exconsellera de Salud Aina Castillo, el exdirector del Servicio Balear de Salud Sergio Bertrán y el empresario Jesús Peinado.
A los cuatro acusados se les imputan delitos de prevaricación y fraude a la administración, y solo Matas está acusado además de tráfico de influencias por irregularidades en el procedimiento para adjudicar la construcción de Son Espases, licitado en 2006 por 778,4 millones de euros.