A partir del martes, España contará con cuatro vacunas en la lucha contra el coronavirus. A las vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca se sumará la de Janssen, la primera que es monodosis y de la que se espera que lleguen 300.000 dosis este mes de abril.

Así lo ha anunciado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, este sábado en Gran Canaria, sin entrar a detallar cuántas dosis entrarán a nuestro país este martes. Antes, la llegada de Janssen estaba prevista para el jueves, por lo que se ganan dos días en la lucha contra el coronavirus. A partir de la llegada de ese primer pack, se espera que nuestro país reciba 5,5 millones de viales hasta junio.

En 'El Objetivo', la propia Darias contaba a Ana Pastor que llegarán 1.300.000 dosis en el mes de mayo y 3.900.000 en junio. "Vamos a escalar muchísimo a partir de abril", prometía el 21 de marzo. Desde entonces, sí que es cierto que el ritmo ha aumentado a medida que han ido llegando más viales.

"El martes a primera hora llegan estas vacunas y en principio se va a aplicar de acuerdo con la última actualización de la estrategia de vacunación en la misma tipología que las de RNA; es decir, que iremos convergiendo de 80 años para abajo", explicó la ministra ante los medios.

Esta es la esperanza más inmediata de España, una nueva ilusión en forma de vial con el que se pretende impulsar todavía más la campaña de vacunación, que esta semana cierra sus siete días más intensos y prolíficos, en los que se han dado más de un millón y medio de 'pinchazos'.

Esta vacuna monodosis busca acelerar todavía más el ritmo de inmunización. Basada en un vector viral, la vacuna de Johnson & Johnson puede ser almacenada y distribuida a una temperatura de entre 2 y 8 grados, como una nevera común, pudiéndose mantener en condiciones estables durante dos años a una temperatura de entre -25º y -15ºC.

La vacuna de Jannsen es de tipo vector viral no replicante. Usa un adenovirus humano, el del catarro común, que se modifica genéticamente para que no pueda replicarse y para que exprese en su membrana la proteína spike (S) del virus, que nuestro organismo va a reconocer como extraña y contra la que va a crear anticuperpos.

Su eficacia está lejos de toda duda, con un 76,7% en los casos más severos después de 14 días de la inyección y del 85,4% a los 28 días. Para evitar hospitalizaciones, en cambio, su eficacia estimada es del 93% y del 70% contra casos sintomáticos de coronavirus. En cuanto a sus efectos secundarios y pese a que se está revisando la posible relación de esa vacuna con cuatro casos graves de coagulación, los voluntarios únicamente desarrollaron cuadros leves o moderados.

El testimonio de un voluntario de esta vacuna nos hace acercarnos a lo que se siente a recibir la vacuna de Janssen, relatando cómo fue el antes, el durante y el después de recibir, en su caso, dos dosis de la vacuna. En su caso, esos breves síntomas fueron fatiga, dolor muscular y un poco de náuseas, con escalofríos.

Sputnik, ¿la otra esperanza?

La otra vacuna que está acaparando titulares y que no ha llegado a Europa es la Sputnik V. La Agencia Europea del Medicamento está este fin de semana en Moscú para comprobar de primera mano si esta vacuna podría ser importada a suelo europeo, algo que hasta ahora ha parecido imposible.

La Comisión Europea no considera que Sputnik V tenga la capacidad de producción suficiente como para abastecer con regularidad a los países miembro. Como la Comisión Europea duda de los tiempos de producción de Sputnik, pero ahora la pelota está sobre los países miembro, que deberán decidir por su cuenta y riesgo si compran estas vacunas, rompiendo la unidad del entorno europeo durante la pandemia.

Vacuna rusa

Esto, claro, si la EMA vuelve a decir 'no' a esta vacuna contra el COVID-19. Hungría, Eslovaquia, República Checa, Austria y Alemania han abierto la puerta a esta vacuna antes de la visión común europea, con Italia y Grecia dejando un 'quizás' en el aire.

La Sputnik V fue desarrollada por el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya de Rusia. Según explica la EMA, esta inyección está formada por dos virus: Ad26 y Ad5, que pertenecen a la familia de los adenovirus. 'The Lancet' ha defendido la eficacia de la la Sputnik V, que ha sido capaz de neutralizar el virus en un 91,6% de los casos, unas cifras que se asemejan a la efectividad de Pfizer o Moderna.