Un grupo de hombres asaltó la embajada de Corea del Norte, situada en la calle Darío Aparicio de Aravaca, en Madrid. Allí amordazaron y maniataron al personal y robaron material de la embajada antes de huir a gran velocidad, según cuenta El Confidencial.

Las asaltantes mantuvieron retenidos a los rehenes durante cuatro horas, hasta que una mujer consiguió escapar y comenzó a gritar en la calle para dar la voz de alarma.

Fueron los vecinos quienes, al ver los gritos de la mujer, llamaron a la policía, que acudió al lugar de los hechos para tomar declaración a la trabajadora. En su declaración, afirmó que "un grupo de hombres ha entrado en la embajada y ha amordazado al personal".

En ese momento, un agente se dirigió al edificio para ver qué estaba ocurriendo y allí le atendió un hombre bien vestido y con el clásico pin de Kim Jong-un y les aseguró que no había ningún problema y que estaba "todo normal", según cuenta este medio.

Los agentes se quedaron manteniendo un dispositivo de vigilancia por si volviera a ocurrir algo extraño, y así fue, porque minutos más tarde dos coches de alta gama abandonaron el edificio a toda velocidad, consiguiendo darse a la fuga.

Con todos estos condicionantes, se ha abierto una investigación cargada de misterio en la que se trata de esclarecer quiénes fueron los asaltantes y qué material de interés pudieron conseguir.

Los hechos se produjeron días antes de la reunión a solas entre Donald Trump y Kim Jong-un en la que compartirán una cena en Hanoi al inicio de su segunda cumbre, centrada en la desnuclearización de Corea del Norte y la posibilidad de avanzar hacia el establecimiento de relaciones diplomáticas.