Con el mismo gesto sonriente con el que entró, la infanta Cristina ha abandonado los juzgados de Palma de Mallorca donde ha declarado por presuntos delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales. La hija del rey ha asegurado que confiaba en su marido y que no tiene nada que ver con las contrataciones de Aizóon. El letrado de una de la acusaciones particulares ha dicho que la infanta ha respondido con evasivas al 95% de las preguntas. Sin embargo el abogado de la defensa, lo ha negado.