El independentismo catalán cuestionael espionaje al Ejecutivo con el sistema Pegasus, el mismo software con el que ellos habrían sido vigilados. "Todo el espionaje político es de extrema gravedad. Hace días que lo denunciamos sin obtener explicaciones del Gobierno español", ha asegurado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. "Cuando el espionaje masivo es contra las instituciones catalanas y el independentismo, silencio y excusas. Hoy, todo son prisas. Hace falta asumir responsabilidades ya", ha declarado el líder catalán en una cadena de tuits.

En general, la información de que tanto el presidente del Gobierno,Pedro Sánchez, como la ministra de Defensa, ha sonado a excusa entre el independentismo, después de que se tensaran las relaciones entre el Ejecutivo y sus socios. Desde la CUP, el diputado Albert Botran ha calificado de "cortina de humo" la noticia.

"¿Cómo podemos saber que lo que el Gobierno explica hoy es verdad? ¿Qué credibilidad le podemos dar?", se ha preguntado el presidente de ERC, Oriol Junqueras, en una rueda de prensa para valorar la información. "¿Por qué cuando preguntamos nos dicen que hay una ley de secretos y cuando les espían a ellos salen a decirlo y lo denuncian ante la Justicia?", se ha cuestionado.

En este sentido, Junqueras ha subrayado la "poca confianza" que siente sobre las declaraciones del Gobierno y que hacen falta "transparencia" y "responsabilidades" para recobrarla.

El líder de los comunes y presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, ha aseverado que pedirá una comisión de investigación para saber toda la verdad sobre el espionaje.

"Es un problema de seguridad de Estado. Si al inicio del CNI estaba en el punto de mira por usar esta tecnología contra el independentismo, ahora hablamos de espionaje que afecta al Gobierno. Eso demuestra un agujero de seguridad gigante", ha lamentado en una entrevista en Al Rojo Vivo.

Por su parte, el portavoz de Catalunya en Comú, Joan Mena, considera que "el Estado profundo se ha emancipado de la ley y está en guerra sucia contra la democracia", y ha alertado que "en los próximos días podrían conocerse más nombres de afectados".

Mena ha afirmado que es un asunto "de extrema gravedad" y que "hay una conspiración contra la democracia". En esta situación, ha recalcado, "solo hay dos opciones, o se está al lado de las demócratas o de los conspiradores" y ha advertido de que "quien justifique el espionaje político se sitúa al lado de los conspiradores".

Desde la izquierda abertzale, el diputado de EH Bildu Oskar Matute ha insistido en la "gravedad" del espionaje, que "no era infundada ni una exageración como intentaron hacernos creer a los independentistas". "Estamos ante un escándalo muy grave que debe ser aclarado. Hace falta mucha información", ha dicho.

Feijóo: "Una casualidad no menor"

Desde el PP, su presidente, Alberto Núñez Feijóo, considera que el hecho de que se conozca ahora que los teléfonos del jefe del Ejecutivo y la ministra de Defensa han sido infectados por el programa Pegasus es una "casualidad política no menor" al producirse en "pleno debate" sobre el caso del presunto espionaje a dirigentes independentistas y de "la estabilidad" del Gobierno de coalición.

Así se ha pronunciado en declaraciones a los medios en el Día de la Comunidad de Madrid, donde Feijóo ha señalado que llevan 15 días "hablando de espionaje" y ha admitido que les ha "sorprendido" que el Gobierno "hoy" interrumpiera su agenda para explicar que Sánchez y Robles también han podido ser "víctimas de escuchas con el programa Pegasus". "Es la primera explicación que el Gobierno nos da después de 15 días en los que se esté debatiendo y comentando este asunto", ha enfatizado.

El jefe de la oposición ha asegurado que el Gobierno debe saber que cuenta con el apoyo "inequívoco" del PP para "preservar la seguridad del Estado y de todas las instituciones que componen el Estado".

Eso sí, ha dejado claro que no cuenta con el respaldo del PP para que los políticos que están en contra "de la unidad del Estado" participen en los "secretos del Estado", en alusión a la entrada de ERC, Junts, Bildu y la CUP en la Comisión de Secreteos Oficiales del Congreso que se constituyó el pasado jueves.