La Iglesia Católica se inmatriculó a su favor 34.961 bienes inmuebles en los 17 años que estuvo en vigor la Ley Hipotecaria del primer Gobierno de Aznar, según el informe de la vicepresidencia primera que el Consejo de Ministros ha enviado este martes al Congreso de los Diputados.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Gobierno, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha presentado el informe, que ha definido como un trabajo "prolijo" y "riguroso", y que arroja que el 86,7% de los registros de inmuebles por parte de la Iglesia Católica en ese periodo se hizo con una mera certificación eclesiástica.

Así, 30.335 se registraron como clericales con la firma de la autoridad eclesiástica como único certificado de propiedad y solo 4.626 fueron inmatriculadas con otro título "bastante y suficiente" para demostrar la propiedad.

Del total de inmuebles que se firmaron a nombre de la Iglesias en esos 17 años, 20.014 son propiamente templos o dependencias complementarias destinadas al culto, y 14.947 son otros terrenos como locales, solares o pisos.

El Gobierno remite el listado al Congreso

"El listado completo está en el Congreso de los Diputados y damos cuenta de un mandato que no hemos querido ni podemos hacer caso omiso y arrojar transparencia sobre esta situación", ha señalado Calvo.

La vicepresidenta ha destacado, además, que esto señala una nueva etapa dentro de las relaciones del Gobierno con la Iglesia Católica, ya que arroja transparencia al respecto.

Una modificación del Gobierno de Aznar

Entre el 1 de enero de 1998, cuando entró en vigor la disposición que lo permitía, hasta la entrada en vigor de la Ley 13/2015 que lo derogó, la Iglesia se arrogó la propiedad de todos estos bienes, la gran mayoría gracias a una simple certificación eclesiástica. Durante la dictadura de Franco, la Iglesia podía registrarse templos a su nombre con la firma de un obispo, pero la norma de Aznar ampliaba esta prebenda a lugares no de culto.

Según indica el Gobierno, una vez se remita este listado al Parlamento, se podrá consultar el origen de los bienes inmuebles inmatriculados y abre la puerta a las reclamaciones, en caso de que haya conflictos sobre la titularidad de los mismos.

Entre algunos de estos bienes se encuentran la Mezquita de Córdoba, en 2006, que se registró por apenas 30 euros, o la Giralda y la Catedral de Sevilla en 2010, pero también pisos, casas parroquiales o de maestro, plazas, fuentes, frontones y todo tipo de parcelas.