Tras diez años de paz, ETA sigue presente en el debate político. A pesar del cese de su actividad armada, las consecuencias de la banda terrorista siguen siendo palpables en una sociedad a la que le costará olvidar el terror sembrado.

Actualmente, hay 206 presos vinculados a la banda, más de la mitad en cárceles del País Vasco y Navarra. Además, 20 antiguos miembros de la banda terrorista continúan fugados de la justicia, la mayoría se cree que están en Latinoamérica. El último estrago, y el más doloroso, son los asesinatos que continúan sin resolver, que suman más de 300.

El 30 de julio de 2009 se producía el último atentado de ETA en nuestro país: una bomba lapa mataba a dos guardias civiles en Palma Nova, Mallorca. Un asesinato que se convirtió en el último de los más de 300 que aún quedan por resolver.

José Ignacio Ustarán es una de las víctimas colaterales de la violencia de ETA. La banda terrorista secuestró y mató a su padre de dos tiros en la nuca en 1980. Una imagen que marcó a su familia: "Aún recuerdo el grito desgarrador de mi madre". La familia de Ustarán consiguió reabrir su caso hace tres años en la Audiencia Nacional. Ahora, explica, le consta que se está avanzando en la investigación.

En total, uno de cada tres atentados de ETA sigue sin resolver. La inmensa mayoría se produjeron en País Vasco, Madrid y Navarra, como aquel en Leiza, en 2002, en el que ETA se llevó por delante la vida del guardia civil Juan Carlos Beiro destrozando a su familia.

La otra batalla es con los terroristas fugados. A día de hoy, aún hay más de una veintena de etarras en paradero desconocido. La mayoría se presupone que se sitúa en Latinoamérica. Según el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el estado de derecho no ha bajado la guardia para esclarecer todos los casos.

En los últimos diez años, en los que la banda ha cesado su actividad terrorista, las operaciones policiales han seguido y se ha detenido a casi 200 miembros de la misma. "Se han localizado 35 zulos, incautado más de 300 armas y más de 900.000 kilos de explosivos", ha destacado el ministro Marlaska.

El 20 de octubre de 2011 un total de 595 etarras estaban en prisión en España, otros 140 en Francia. Todavía hay más de 200 etarras en prisión, la mayoría en cárceles españolas, aunque hay una veintena en Francia. Dentro de las fronteras españolas, un tercio de los terroristas se ubican en cárceles del País Vasco y ya no hay ninguno cumpliendo condena más al sur de Madrid tras ponerse fin a la política de dispersión. En concreto, en Castilla y León hay 37 presos de la banda; Logroño, 24; Cantabria, 20; Pamplona, 13; Zaragoza, 10; Comunidad de Madrid, 7 y Asturias, 6.