Un fin de semana más, España dispara sus contagios con casi 30.000 nuevos casos. Comunidades como Madrid, Murcia o Galicia duplican sus cifras, y Aragón, las triplica. Pero sigue a la cabeza Cataluña, que este domingo supera los 6.000 casos, un aumento del 60% con respecto al fin de semana anterior.

Melilla, que apenas registraba positivos, notifica 40, 36 de ellos por un brote en un centro de menores. El aumento de la incidencia en estas zonas no es casualidad, ya que fiestas como San Juan han hecho que las cifras aumenten, lo que obliga a echar el freno de emergencia a la desescalada en varias regiones.

"Hay que volver varias pantallas atrás porque nos adelantamos en su momento en la permisividad", advierte el epidemiólogo y exdirectivo de la OMS Daniel López-Acuña.

El ocio nocturno vuelve a estar en el ojo del huracán. La falsa sensación de seguridad, dicen los expertos, nos ha hecho adelantarnos a los acontecimientos. Amos García, presidente de la Asociación Española de Vacunología, cuestiona que se piense que está "todo el pescado vendido" cuando en realidad "queda mucho por vender".

Una complicada situación a la que debemos sumar un ingrediente más: la variante Delta, algo que nos hace alertar que el peligro sigue presente. Aunque la incidencia más alta está en los jóvenes, no están exentos del virus, y el porcentaje de vacunación en ciertos grupos está todavía por debajo del deseado.

Se mantiene el alto ritmo de vacunación

El riesgo es mayor para los grupos que aún no han recibido sus dos dosis, especialmente el de 60 a 69 años. Afortunadamente, se mantiene el alto ritmo de vacunación, como en Madrid, con largas colas en el Zendal en el día más caluroso del año. También en los mayores de 40, a los que este domingo Canarias permite vacunarse sin cita previa.

Tener la pauta completa tampoco implica estar libre de virus. Un ejemplo, esta semana en una residencia de ancianos en Vigo se han registrado cinco positivos.

Por eso el frenazo a las restricciones, dicen los expertos, debe ir unido a otras medidas. Los cribados masivos, como el de Salamanca, pueden ser una herramienta útil. Pero lo más importante es recordar porque la pandemia todavía no ha terminado.