Hacienda vuelve a investigar al rey emérito. Así lo avanza este miércoles el diario 'El Mundo', que recoge que la Agencia Tributaria requiere ahora a Juan Carlos I que justifique quién pagó los gastos de las cacerías y monterías a las que asistió y los viajes en avión que hizo tras su abdicación, cuando ya no era inviolable.

De acuerdo con el citado medio, Hacienda ha enviado al que fuera jefe del Estado varias solicitudes de información en el último año para que explique de dónde salió el dinero con el que se sufragaron los vuelos y otros gastos de las cacerías a las que asistió entre 2014 y 2018.

Así, el fisco mantiene abierta al emérito una inspección tributaria por la vía administrativa, pese a las dos regularizaciones fiscales que ha llevado a cabo en los últimos tiempos y el archivo de las causas judiciales que había abiertas contra él en España.

De acuerdo con 'El Mundo', Hacienda quiere comprobar si Juan Carlos I tuvo un incremento de patrimonio no justificado ante el fisco desde que abdicó. Además de los gastos de las cacerías, también le estaría exigiendo que justifique otros regalos de menor importe.

En cualquier caso, siempre según el mencionado rotativo, por el momento los importes de los gastos en cuestión no superan el umbral de los 120.000 euros anuales a partir del cual se considera que existe delito fiscal.

En este sentido, fuentes fiscales consultadas por laSexta apuntan que la Fiscalía no tiene constancia oficial de esta nueva inspección administrativa al emérito y que solo la tendrá si el supuesto fraude supera los 120.000 euros y se aprecian, por tanto, indicios de delito de fraude fiscal. Algo que, de momento, no ha sucedido en ninguno de los ejercicios analizados.

Esta información se conoce tras la reciente visita del rey emérito a España, la primera desde que abandonó nuestro país hace casi dos años por los escándalos de su patrimonio en el extranjero, y después de que varios medios hayan apuntado que Juan Carlos I finalmente no volverá este fin de semana, tal y como tenía previsto en un principio.

Cabe recordar que el emérito hizo dos declaraciones voluntarias ante la Agencia Tributaria. Una de ellas en diciembre de 2020 por un monto de 678.393 euros por las donaciones recibidas por el empresario mexicano multimillonario Allen Sanginés-Krause; y una segunda en febrero del año 2021, por valor de casi 4,4 millones de euros por los viajes y regalos recibidos por la Fundación Zagatka, propiedad de su primo Ávaro de Orleans-Borbón.