Los primeros en bajar serán los miembros del comité de seguridad de la empresa, formado por trabajadores y miembros de la dirección. Ellos serán los que se encarguen de investigar el origen y las causas para elaborar un informe.

Hasta ahora sólo se sabe que el accidente se produjo en la séptima planta del pozo, a unos 500 metros de profundidad. 12 mineros estaban trabajando en la galería cuando se llenó repentinamente de gas. Un escapé de grisú que acabó con el oxigeno y provocó la muerte de seis de ellos.

Ahora toca averiguar si falló o no el detector de gas, por qué no les dio tiempo a utilizar los auterrescatadores y si había suficiente ventilación en la mina: "Este accidente se podría haber evitado, como muchos otros. El problema es si se han puesto las medidas suficientes para prevenirlos", afirman en el comité de empresa.

El Juzgado de Instrucción número 1 de León será en última instancia quien determine con ese informe y con la toma de declaración de todos los testigos, si en la mina de La Pola De Gordón se cumplían todas las medidas de seguridad.