Los ciudadanos mayores de seis años están obligados a utilizar mascarillas en todos los espacios públicos cuando sea imposible mantener una distancia de seguridad de dos metros, una medida que ha echado a andar este jueves "sin incidencias". Fuentes del Ministerio del Interior han indicado que la normalidad ha imperado en el primer día del uso obligatorio de este elemento de protección, una jornada que transcurre "sin incidencias".

Los ciudadanos ya tienen que llevar siempre mascarillas en los sitios públicos, ya sean abiertos o cerrados, si no pueden garantizar dos metros de separación con el resto de personas. El incumplimiento de esta obligación puede derivar en sanción, si bien durante los primeros días las fuerzas de seguridad potenciarán una función pedagógica, según fuentes de Interior.

Si el incumplimiento se produce en espacios cerrados de uso público o que se encuentren abiertos al público, se pedirá a esa persona que abandone dicho espacio, pero, si no atiende a ese requerimiento, se podrá levantar una propuesta de sanción por la vía del artículo 36.6 de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana.

El uso de mascarillas no se exigirá a personas cuyo uso esté contraindicado por motivos de salud ni a quienes salgan a correr o montar en bicicleta; tampoco en actividades incompatibles con su utilización, como la ingesta de alimentos y bebidas, y en circunstancias en las que exista una causa de fuerza mayor o situación de necesidad. La orden del Ministerio de Sanidad para el uso de mascarillas indica que se pueden usar de cualquier tipo, preferentemente higiénicas y quirúrgicas.

Conservar la mascarilla para un nuevo uso

Si se desea conservar la mascarilla para un segundo uso, debe guardarse en una bolsa transpirable o un sobre de papel (teniendo en cuenta que la parte limpia es la que llevamos pegada a la cara, y la sucia es la parte externa, que no debemos tocar), pero nunca en el bolso o bolsillo, ya que son un vector de contaminación.

La mascarilla debe cubrir la boca, la nariz y la barbilla, y todo lo que no sea llevarla así, como ponerla por debajo de la nariz, en la barbilla o en la frente, es un mal uso. Además, es muy importante saber que no se debe quitar para hablar, toser o estornudar.

El uso generalizado de esta protección para reducir la transmisión comunitaria del SARS-CoV2 está justificado, según Sanidad, no solo por su alta transmisibilidad, sino también por la capacidad que han demostrado para bloquear la emisión de gotas infectadas.

El uso de este producto de protección es también obligatorio en todo tipo de transportes para usuarios y trabajadores en contacto con éstos, al tiempo que en trenes y autobuses se deberán mantener un asiento vacío entre pasajeros que no convivan en el mismo domicilio.

En motocicletas, ciclomotores y vehículos de categoría L, en general, cuando viajen dos ocupantes, también deberán llevar mascarilla o casco integral cuando no convivan en el mismo domicilio. Este mismo supuesto será válido para los usuarios de cualquier transporte público, privado complementario y privado particular de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor.

La Federación Española de Familias Numerosas pide medidas de apoyo

En el caso de los pasajeros de los buques y embarcaciones no será necesario su utilización cuando se encuentren dentro de sus camarotes. La Federación Española de Familias Numerosas ha pedido al Gobierno medidas de apoyo ante el gasto "extraordinario" que tendrán que hacer para comprar mascarillas, ya que representarán un gasto "elevado" para quienes tengan que comprarlas a diario para cinco o más personas.

Tomando como referencia el precio máximo de las mascarillas higiénicas, 96 céntimos, el gasto mensual para un familia con cuatro miembros ronda los 120 euros, cifra que "se dispara" si se trata de familias numerosas.