Así lo ha dicho un
brigada del Instituto Armado -a quien no se le ha enfocado la cara para evitar
que su imagen se difunda públicamente- que ha declarado como testigo en la
vista oral y que ha explicado que en los días previos a su entrada y registros
estuvieron vigilando la zona y vieron que "distintas personas"
entraban en dicha nave.
Entre ellas, ha
identificado a Torra; a diputados de Tarragona, así como a los que fueran
responsables de Patrimonio y de Proyectos Organizativos y Territoriales de
Vicepresidencia, Francesc Sutrías y Mercedes Martínez Martos, respectivamente,
estos dos últimos investigados por los preparativos del 1-O.
Esta nave fue registrada
en el marco de la cuarentena de registros que se realizó el 20 de septiembre de
2017, ordenados por el Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona, que investiga la
organización y preparación del 1-O. El dueñor, Paul Furriol, fue uno de los
detenidos ese día, y en ella se encontraron casi 10 millones de papeletas y
6.000 sobres para el referéndum ilegal.
La décimo novena sesión
se ha reanudado con la declaración de este guardia civil que, a preguntas del
fiscal Fidel Cadena, también ha narrado las "tres horas" que tardó su
equipo en salir de esta nave donde, debido a que centenares de personas
concentradas bloquearon las calles para impedir que se llevaran este material.
Según ha contado, el
registro comenzó a las 9.00 horas y se realizó con total normalidad, aunque
empezó a sospechar que podía haber problemas para salir de allí en el
transcurso de la mañana, cuando le informaron de la llegada de manifestantes
con "carteles a favor del referéndum", que vociferaban:
"votaremos" o "dadnos las papeletas". El número de
concentrados aumentó hasta las "200 o 300 personas", ha añadido, y
entre ellos se detectó a una persona que dio consignas para impedir la salida
de los furgones policiales.
El testigo ha relatado
que el registro concluyó sobre las 14.00 horas y que los ocho furgones
"cargados hasta arriba" con el material incautado tuvieron
dificultades para poder abandonar la zona, una vez que traspasaron los cordones
policiales.
Al menos en tres ocasiones
los manifestantes interrumpieron su circulación sentándose en el suelo, lanzado
"latas de coca-cola o botellas de plástico llenas", golpeando los
vehículos o se abalanzándose a ellos, ha contado. Ha recordado que incluso dos
personas "de unos 60 años" participaron en estos actos y que un joven
"simuló un atropello". "El ambiente era hostil", ha
subrayado el guardia civil.
Ha proseguido diciendo
que a los coches del Instituto Armado en el que iba el letrado de la
Administración de Justicia que participó en el registro y del letrado de oficio
que se designó al dueño de la nave también les costaron abandonar las
inmediaciones. El guardia civil ha destacado de este episodio que el secretario
judicial pidió algo para taparse la cara para evitar que le identificasen y que
el abogado tuvo que decir a los manifestantes quién era para poder salir.
Por otro lado, el fiscal
le ha preguntado sobre la función de los Mossos de Esquadra, a lo que el
testigo ha explicado que "a mitad de mañana", tres agentes de paisano
se acercaron para interesarse por lo ocurrido y preguntaron si necesitaban
ayuda. Ha dicho que no es hasta al mediodía, cuando ya se están produciendo
incidentes con las furgonetas de la Guardia Civil, cuando se solicita ese
auxilio.
Tras esta petición, una
patrulla de la policía autonómica llega a las 16.00 horas y "directamente
se dirigen a este joven que parecía que organizaba el acto de bloqueo de
salida" y consiguen que este organizador comience a "abrir un
pasillo" para que los vehículos comenzasen a circular, ha recordado.