Las playas empiezan a prepararse para la nueva normalidad. En los últimos días, ayuntamientos y expertos han ideado todo tipo de posibilidades para volver a cruzar la pasarela, pero el Gobierno ya ha hecho llegar a las comunidades una propuesta que pretende unificar las medidas.

Si algo sabemos de antemano es que el mar de sombrillas que lucía el verano pasado Benidorm no va a ser posible ver en los próximos meses.

Grupos de máximo diez personas

Según publica el País, entre las propuestas del gobierno está la distancia social: las sombrillas y las toallas deberían mantener una distancia de al menos dos metros.

Además, el acceso estaría controlado y el aforo limitado, y los grupos en el arenal serían como máximo de diez personas.

Paseos controlados y mobiliario desinfectado

El Ejecutivo también propone evitar el deporte en grupo o la instalación de infraestructuras para el juego. Además, será obligatoria la desinfección diaria de duchas y mobiliario urbano.

Los paseos de punta a punta tampoco se quedan fuera de las restricciones. Plantean posibles franjas horarias, como por ejemplo a primera hora de la mañana y última de la tarde.

El viento, en principio, no sería un factor que obligase a aumentar todavía más la separación entre bañistas. De hecho, según Fernando Simón, "las playas con más viento lo que hacen es dispersar aún más los posibles virus", por lo que incluso sería positivo.

En paralelo, algunos municipios ya están tomando medidas. Por ejemplo, en la playa de Salobreña, en Granada, pretenden marcar distancias con bloques de hormigón. En la playa de la Malvarrosa, en Valencia, ya está permitida la natación entre las 6:00 y las 10:00 de la mañana y en el mismo horario a partir de mañana se podrá hacer deporte en las playas de Barcelona.