Al fundador de Inditex, Amancio Ortega, le conocen en todo el mundo; ahora, también, por sus enormes inversiones en emblemáticos edificios, como el Royal Bank canadiense. "Tiene activos en muchos países: en Estados Unidos, las oficinas centrales de Amazon y de Facebook", cuenta a laSexta Rodrigo Orihuela, corresponsal de Bloomberg en España. El motivo es que la empresa textil crece y crece en el mundo

En consecuencia, crecen también los dividendos que reparte a sus accionistas. Ortega, como máximo propietario, ha pasado de cobrar 34 millones por 2001 a más de 2.000 millones por 2022. Pero ojo, los cobra a través de una empresa. "Hablamos de una planificación fiscal que las grandes fortunas desarrollan reducir el impuesto de patrimonio", cuenta Carlos Cruzado, técnico de Hacienda Gestha.

Gracias a esa empresa, Pontegadea, y a su actividad económica, Ortega paga impuestos solo por el 5% de ese dividendo. Si lo hiciera como persona física, debería pagar el 19% del beneficio, más de 300 millones. "Esa sociedad tiene que tener actividad. Por tanto, al recibir una cantidad de millones, obviamente va a afectar al negocio", ha continuado detallando a esta cadena Cruzado.

Y esa actividad es invertir, invertir e invertir. La empresa ya vale más de 15.000 millones, y le alquila locales hasta a la competencia. "Son grandes espacios comerciales en grandes ciudades. Empresas como 'H&M', 'GAP' o incluso 'Primark'", ha precisado Orihuela. Por ejemplo, le costó 400 millones convertirse en el casero del icónico 'Primark' de Gran Vía, en Madrid. Y últimamente también invierte en empresas estratégicas en telecomunicaciones y energía.