La Memoria Democrática apunta ahora al Alcázar de Toledo. El Ministerio de Defensa ya tramita las exhumaciones de Jaime Milans del Bosch y del general José Moscardó.

Una exhumación que el Gobierno espera sea rápida e inmediata, según ha indicado este martes el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez.

A preguntas de la prensa, Martínez ha apuntado que las conversaciones con Defensa para exhumar a estos militares franquistas del Alcázar, que actualmente alberga el Museo del Ejército y por lo tanto depende de dicho departamento, avanzan porque la Ley de Memoria Democrática "hay que cumplirla".

En este sentido, ha recordado que Defensa ha creado expresamente una comisión para hacerla cumplir, que se constituyó el 31 de octubre, a los pocos días de entrar en vigor la norma, y hay un grupo de trabajo trabajando en ello. En el caso de Milán del Bosch y Moscardó, ha dicho, "es aplicable el artículo 38.3 de la Ley de Memoria Democrática, así que ya está al Ministerio de Defensa trabajando".

En este sentido, ha comentado que se tienen que abrir los expedientes oportunos, y llevarse a cabo los expedientes desde el punto de vista administrativo.

Dos militares franquistas en el Alcázar de Toledo

Ambos militares franquistas están enterrados en un edificio propiedad del Estado y que lleva décadas siendo -en democracia- lugar de peregrinaje y exaltación del franquismo.

Los restos del General Moscardó, figura clave de Franco, llevan 66 años en el Alcázar de Toledo. Él mismo protegió este lugar durante el golpe de Estado y el dictador le recompensó con varios cargos durante la dictadura e incluso le dio el título de Conde.

El Ejecutivo ha defendido la necesidad de estas exhumaciones, algo que desde la oposición critican porque, según defiende Alberto Núñez Feijóo, "la política debe centrarse en solucionar los problemas de los vivos y dejar a los muertos en paz".

Una postura equidistante que el ministro Félix Bolaños ha criticado, insistiendo en que "o se está con la memoria del genocida o con la memoria de sus víctimas".

En el caso de Jaime Milans del Bosch, fue condenado a casi 30 años de cárcel por participar en el 23F. Su apoyo al golpista Tejero fue desde Valencia, donde hizo leer a las radios un bando suyo de apoyo al levantamiento militar.

Las asociaciones por la Memoria esperan estas exhumaciones y la de Primo de Rivera cuanto antes. Dicen que cada una de ellas cuenta para la democracia.