Tras la macrooperación del miércoles por orden judicial, Oriol Junqueras reconocía el varapalo: "Es evidente que han alterado las condiciones del juego, que no se puede celebrar como querríamos".

Se había detenido a la cúpula encargada de la logística del referendum. Se requisaron casi 10 millones de papeletas y 5.900 actas para la votación en los más de 40 registros.

Pero el día después de las detenciones, Puigdemont insistía: "El día 1 de octubre se hará el referéndum de autodeterminación que tenemos convocado, y se hará porque tenemos previstos planes de contingencia para garantizarlo".

Él mismo ha difundido en dos ocasiones el buscador de colegios electorales donde cada ciudadano puede ver dónde votar. Algo complicado después de que se incautaran las notificaciones a los miembros de las mesas electorales. "Ahora las fuerzas de seguridad disponen de información suficiente como para poder neutralizar los puntos de votación", ha explicado el director de 'El Periódico de Catalunya', Enric Hernández, en 'Al Rojo Vivo'.

También se han requisado varias placas para carteles, más de un millón de pasquines y se han bloqueado páginas web. A estas acciones, los independentistas han respondido exhibiendo más propaganda y multiplicando los sitios online.

La Generalitat tiene las cuentas bloqueadas y la Junta electoral ha quedado disuelta tras las dimisiones para evitar las multas del Constitucional. "Saben que este referéndum ya no se puede celebrar. Ahora no es más que una quimera imposible", indicaba Rajoy.

Junqueras no aclara si es posible un referéndum vinculante. "Vamos a centrarnos en votar de momento, que nos ponen muchas dificultades", respondía en 'ARV'. Dice que hay que centrarse en que la próxima semana se pueda votar.