El Gobierno está derribando azudes. Un hecho que la ultraderecha ha aprovechado para sembrar el bulo de que el Ejecutivo destruye embalses. Los azudes son pequeños muros que interrumpen la circulación del agua y en los últimos años España ha derribado más de 200. Todos ellos en desuso.

Sin embargo, las redes sociales se han llenado de bulos que afirman que el Gobierno está agravando la sequía, para ello utilizan declaraciones del líder de Vox, Santiago Abascal, en las que asegura que Pedro Sánchez está "destruyendo embalses cuando los españoles y el campo tienen sed".

En respuesta, el Ejecutivo ha tenido que salir al paso a desmentirlo incluso con un hilo en Twitter en el que se muestran fotos de embalses y azudes. Por su parte, la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha criticado "la tendencia claramente deliberada, un poco conspiranoica, sobre si la sequía es inducida". "Es imposible derribar 200 presas por parte de ningún Gobierno. Nunca jamás se puede hacer eso, obviamente", ha añadido Ribera.

Los ecologistas explican que la destrucción de azudes no tiene nada que ver con que no haya agua embalsada. "El derribo de azudes en absoluto tiene que ver con las causas de fondo de la sequía, sus objetivos son modestos", explica Fins Eirexas, secretario técnico de ADEGA. De hecho, la Unión Europea dicta que hay que eliminarlos. "Llevamos décadas en España eliminando obras obsoletas en cumplimiento estricto de la normativa nacional y europea", ha remarcado el abogado experto en derecho de aguas, Pedro Brufao.

Desde Ecologistas en Acción explican que se eliminan cuando pueden dañar el ecosistema o provocar inundaciones. "Lo que se hace es devolver la vida al río y controlar las avenidas y las inundaciones", afirma Javier Vázquez.

Según el Inventario de Presas y Embalses (MAPAMA), del Ministerio de Transición Ecológica, España es el quinto país del mundo y el primero de la Unión Europea con más embalses y presas.