El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el fin de la mascarilla obligatoria en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias, donde pasarán a ser recomendables. El acuerdo, que declara el fin de la situación de crisis sanitaria por el COVID-19, subraya no obstante "la especial vulnerabilidad de los centros sanitarios" y "la necesidad de reforzar el uso de la mascarilla en determinados contextos".

Se refiere, en concreto, a las personas que trabajan en las UCI o con pacientes vulnerables; las Urgencias, incluida la sala de espera; los centros residenciales de mayores y personas con discapacidad y las personas sintomáticas cuando estén en espacios compartidos y los profesionales que les atienden.

En el caso de las residencias, insta a tomar "precauciones adicionales en el caso de aparición de síntomas en trabajadores, residentes o visitantes, para evitar brotes y cuidando el bienestar de los mayores, tanto físico como emocional".

Aunque en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el titular de Sanidad, José Manuel Miñones, no ha concretado la fecha de publicación en elBoletín Oficial del Estado (BOE), a partir de ese momento las mascarillas dejarán de ser obligatorias y pasarán a ser recomendables e incluso "altamente recomendables" en determinados entornos sanitarios. Desaparecerá, en cualquier caso, una norma que era de obligado cumplimiento en ámbitos sanitarios y sociosanitarios desde diciembre de 2020.

El pasado 23 de junio, Sanidad y los consejeros del ramo de las comunidades autónomas acordaron en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) respaldar el fin de la obligatoriedad de la mascarilla en centros de salud, hospitales, farmacias y centros sociosanitarios, poniendo fin a algo más de tres años de usoobligatorio en algún ámbito por la pandemia de COVID-19.

El pasado mes de febrero ya se dio un primer paso y España puso fin a la mascarilla obligatoria en los transportes públicos dada la buena evolución de la incidencia por coronavirus. Se retiró así en trenes, aviones, autobuses y metro, donde era imperativa desde mayo de 2020, y también se puso fin a su obligatoriedad en ópticas, ortopedias y centros de audioprótesis.