Este viernes podría ser la fecha elegida por el Gobierno para anunciar la exhumación de Franco, toda vez que el Supremo ha tumbado los últimos tres recursos que la paralizaban, dando así luz verde al Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Sin embargo, nada está claro hasta que el presidente en funciones no se reúna con su equipo para tomar la decisión definitiva. La familia Franco, por su parte, ha presentado un recurso al Constitucional y pide que se paralice la exhumación hasta que éste no se pronuncie.

En su escrito, piden "la adopción de una medida cautelarísima" para que suspenda el permiso del Tribunal Supremo a la exhumación, "dado que la inmediata ejecución causaría un daño irreparable" a la familia.

Otro obstáculo lo supone el prior del Valle de los Caídos, que se negó a autorizar la exhumación al considerar que la sentencia del Supremo no resuelve las alegaciones que se habían presentado y que sería una "vulneración de la libertad religiosa" pretender "actuar en un lugar sagrado" sin contar con la "preceptiva autorización eclesiástica".

Pero tanto el Supremo como el Gobierno ya han avisado de que tiene que cumplir la sentencia por que "el artículo 118 de la Constitución obliga a todos a cumplir las sentencias firmes". "Nosotros ya no le tenemos que pedir permiso absolutamente a nadie", espetaba Carmen Calvo.

La exhumación, previsiblemente un lunes de octubre

El día exacto de la exhumación se decidirá en un Consejo de Ministros y, aunque todavía no se conoce, el Gobierno adelanta que será "antes de la campaña electoral". Todo indica que el día elegido será en el mes de octubre y previsiblemente un lunes, porque ese día está cerrado al público el Valle de los Caídos.

El Gobierno quiere que la exhumación sea a puerta cerrada para evitar que se filtre cualquier imagen de ese momento y, por ese motivo, se va a rodear con biombos el espacio en el que se retirará la tumba. Además, para el traslado se plantean la vía aérea para evitar posibles cortes de carreteras o sabotajes de grupos de extrema derecha.