El primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha pedido que el rey abdique y sea su hijo, el Príncipe de Asturias, quien lidere lo que ha denominado una "segunda transición", así como los "profundos cambios y la modernización" que, a su juicio, necesita España. “El príncipe Felipe sería la cara de una monarquía renovada que podría dar paso a "cambios más profundos. Debemos iniciar una nueva era a través de una institución que también está en crisis y que es la corona y hay que iniciarla a través de una reforma profunda del sistema democrático" ha afirmado Pere Navarro en Al Rojo Vivo.
El líder socialista respeta que el PSOE no esté de acuerdo con él y ha afirmado que la bomba en pleno debate del estado de la Nación fue pura casualidad. “Fue parte de una reflexión política más allá de un día concreto".
Superada la desagradable sorpresa, el PSOE ha pasado al enfado sin disimulo. Manuel Chaves, diputado del PSOE, antes de entrar al Congreso ha afirmado que son declaraciones "fuera de lugar". Alfonso Guerra ha sentenciado que no se siente representado "ni en esto ni en nada” por el señor Navarro y “no digo más por no caer en el mismo vicio que ha caído el señor navarro que es distraer el debate que tenemos hoy".
El único apoyo ha llegado desde la tribuna del Congreso de los Diputados de las palabras de Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso: "ya no vale con "lo siento mucho no volverá a ocurrir. La institución más opaca del estado necesita reinventarse".
Una vez destapada la caja de pandora, los nacionalistas vascos también Se suman al carro que la corona se reinvente.