El traslado de los restos laureados del general Sanjurjo, en 1961, fue retransmitido por el NODO. Estuvo en el "panteón definitivo" de Pamplona hasta 2016, cuando fue exhumando tras un acuerdo entre el Ayuntamiento y el arzobispado. Sin embargo, Ahora un juez ha ordenado que los restos vuelvan al lugar donde estaban.

La razón: asegura que se trata de un "lugar de culto privado" sobre el que el Ayuntamiento "no tiene competencias", aunque algunos abogados discrepan con la sentencia: "Ni es un lugar de culto ni es privado. Ese espacio fue desacralizado en su momento y es de titularidad municipal", ha apuntado Jacinto Lara, abogado de la Asociación Pro Derechos Humanos de España.

Pero hay más casos polémicos. El general Moscardó, reconocido por la dictadura como "héroe", está enterrado en la cripta del Alcázar de Toledo, propiedad del Ministerio de Defensa, de quien dependería su posible exhumación. "Si el Ministerio de Defensa considera que no es un espacio adecuado para albergar los restos de nadie, tiene que dictar las resoluciones correspondientes", ha continuado Lara.

En 2016, el Ayuntamiento de Sevilla aprobó una moción que rechazaba que los restos del general Queipo de Llano siguieran en la Basílica de La Macarena, bajo custodia de la Iglesia. Pero hasta ahora, los únicos cambios visibles están en la lápida: se eliminaron la fecha del golpe de Estado y su cargo de Teniente General.

Ahora sólo se puede leer 'Hermano mayor honorario'. "Juan Ruiz Cárdenas limpió la sepultura donde está y la despojó de cualquier vestigio que hiciera referencia a ningún episodio nacional", ha explicado José Antonio Fernández Cabrero, hermano mayor de la Macarena.

Pero la ley de memoria histórica es clara: pese a ser privado, el monumento tiene proyección pública, con lo cual los restos deberían ser retirados. LaSexta ha contactado con familiares de los tres generales. No han querido hablar ante la cámara, pero coinciden en que no hay que exhumar a sus antepasados.