La presidenta del parlament vuelve a estar en libertad sólo horas después de su entrada en prisión. Entre las medidas cautelares impuestas, está la retirada del pasaporte, la prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de asistir a todas las citaciones judiciales.

Ha sido la Asamblea Nacional Catalana, que ella presidió, quien, con un cheque, ha abonado los 150.000 euros de fianza impuestos. Su abogado, Andreu van den Eynde, aseguraba entonces que "la presidenta está firme, está bien, se encuentra bien".

En su auto, el juez Llarena destacaba "la actuación principal" de Forcadell durante todo el largo proceso, tanto por su intervención medular, como por la repercusión de su propio liderazgo.

Además, resalta que al desatender las resoluciones judiciales, mostraba su determinación por sobrepasar los límites constitucionales. Como cuando aseguraba que "votar no es un delito" y cuando prometía que "no daremos ni un paso atrás".

Como "promotores de la independencia", sigue el auto, "se sirvieron de puntuales focos violentos" para exhibir a los "movimientos populares" como la "espoleta de una explosión social" controlada solo por ellos.

El juez especifica que, posicionarse contrario al uso de la violencia no excluye de la responsabilidad de los que tenían una determinación diferente.​