La querella, presentada ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, acusa a Torra de "desatender" el mandato de la Junta Electoral cuando, "consciente y deliberadamente", decidió mantener simbología "partidista" en edificios públicos dependientes de la Generalitat, "aunque fuera de forma encubierta".

En la querella el fiscal superior Francisco Bañeres pide, entre otras actuaciones, citar a declarar al presidente del Govern. Y pide informes a Policía Nacional y a los Mossos.

Dice que tiene especial gravedad la desobediencia "porque afecta al derecho de participación política". Y añade que la desobediencia no se puede "enmascarar" con la consulta al Sindic de Gregues ni con la sustitución por otros símbolos que también son "partidistas", en referencia a cambiar de color los lazos, en lugar de amarillos por blancos con una franja roja.

La Fiscalía General del Estado recibió el expediente de la JEC en el que expone y detalla el "incumplimiento consciente y reiterado" por parte de Torra de los acuerdos de la Junta de 11 y 18 de marzo de 2019, y después remitió a la Fiscalía catalana el informe del órgano supervisor.

Recuerda que el 11 de marzo hubo un primer requerimiento para que Torra, en 48 horas, retirase esteladas y lazos amarillos y que no cumplió. Cuatro días después, el 15 de marzo, Ciudadanos lleva el incumplimiento ante la JEC, que el 18 vuelve a apremiar al president y le da 24 horas, tras lo cual Torra, "para esquivar y burlar" la orden, sustituye los lazos amarillos por otros de otro color.

Torra recurrió la decisión de la Junta Electoral y solicitó la suspensión de la retirada de los lazos, pero este martes, el Tribunal Supremo rechazó su solicitud. Este miércoles ha presentado una nueva querella, esta vez contra la Junta Electoral Central por prevaricación.