La cámara baja propondrá 10 candidatos y otros 10 los presentará el Senado, donde el plazo de presentación de candidaturas para el órgano de gobierno de los jueces permanecerá abierto hasta diciembre. El mandato de los vocales en activo del CGPJ finaliza el día 4 de ese mes.

De los veinte vocales del organismo, 12 deben ser elegidos entre jueces y magistrados y los otros ocho entre "juristas de reconocida competencia", que son los que proponen directamente los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado.

En el último proceso de elección, diez fueron propuestos por el PP y siete por PSOE. CiU, PNV e IU eligieron uno cada uno. Debido a la mayoría reforzada de tres quintos de las dos cámaras legislativas que exige la ley para elegir a los miembros del CGPJ, es imprescindible el acuerdo entre PP y PSOE.

En los últimos días se han conocido algunos detalles de las negociaciones entre los partidos. Fuentes del PP apuntaron el viernes que su candidato preferido para presidir ese órgano era Manuel Marchena, presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo -la sala que debe juzgar próximamente el proceso soberanista de Cataluña-, pero el responsable del área de Justicia del PP, Rafael Catalá, señaló que no era "su candidato", aunque tampoco se descarte ese nombre para el cargo.

Podemos está a la espera de que el PSOE se avenga a negociar con ellos para tratar de conformar una "mayoría progresista" en el órgano de gobierno de jueces y magistrados.

Sin embargo, se quejan fuentes de la formación morada, los socialistas sólo han conversado hasta ahora con el PP, con quien en principio se han repartido a partes iguales los 20 vocales y ahora buscan un presidente de consenso.

Uno de los candidatos con posibilidades de entrar, siempre y cuando el PSOE cediera uno de sus puestos, es la exdiputada de Podemos Victoria Rosell, magistrada que ejerce en Canarias y que fue portavoz de Jueces Para la Democracia entre 2012 y 2015.

Ciudadanos se ha excluido de cualquier negociación y se mantiene al margen de una renovación que tacha de mero "intercambio de cromos" entre socialistas y populares, quienes ahora se afanan en pactar el nombre del sustituto de Carlos Lesmes.