Según ha informado la Conselleria de Interior en un comunicado, la renuncia del comisario viene motivada porque cuando López aceptó asumir las funciones de jefe de los Mossos en octubre era de forma "temporal y limitada al periodo que se abría con la nueva dependencia gubernativa" por la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
López ha considerado que "la constitución de un nuevo Govern en Catalunya pone fin a esta temporalidad", ha detallado la Conselleria. Tras aceptar su renuncia, Buch ha encargado al director general de los Mossos, Andreu Martínez, analizar la estructura del cuerpo y su funcionamiento para proponer medidas para "reforzar y adecuar la organización policial con la finalidad de garantizar el mejor servicio a la sociedad catalana".
También ha encargado al comisario jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Territorial, Miquel Esquius, y al comisario jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Central, Joan Carles Molinero, que sigan dirigiendo coordinadamente estos dos ámbitos durante el periodo de análisis.
Ambos comisarios, máximos responsables de las unidades operativas de los Mossos, dependerán directamente de Martínez y se mantendrá, en esta etapa, el actual modelo organizativo de los Mossos. Buch ha adoptado estas decisiones después de las reuniones en el Complejo Central Egara en Sabadell (Barcelona) con los máximos mandos de los Mossos, López y el major cesado, Josep Lluís Trapero, que declinó volver a asumir la dirección el cuerpo en un encuentro en el que también participó el presidente de la Generalitat, Quim Torra.
El conseller ha agradecido a López los servicios prestados "en una etapa especialmente compleja" para la gestión de los Mossos y le ha transmitido su voluntad de seguir contando con su experiencia y profesionalidad dentro de la estructura del cuerpo policial.