Sin mencionar explícitamente al rey emérito, el rey Felipe VI sí ha hecho referencia a la situación de su padre durante su discurso de Nochebuena en el que ha destacado que los principios éticos que reclaman los ciudadanos "nos obligan a todos sin excepciones, por encima de cualquier consideración, incluso de las personales o familiares".

Es la ocasión en la que más claramente ha hablado Felipe VI sobre los escándalos que salpican en los últimos tiempos a Juan Carlos I, que tiene tiene dos causas abiertas en la Fiscalía del Supremo.

Durante su mensaje, el rey ha querido destacar la importancia de "preservar los valores morales y éticos que los ciudadanos reclaman de nuestras conductas" a los que, según él mismo ha recordado, ya se refirió en su proclamación ante las Cortes Generales en 2014.

A continuación, y en la parte más contundente de su mensaje, ha recalcado que son "unos principios que nos obligan a todos sin excepciones; y que están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares".

"Así lo he entendido siempre, en coherencia con mis convicciones, con la forma de entender mis responsabilidades como Jefe del Estado y con el espíritu renovador que inspira mi reinado desde el primer día", ha concluido en esta parte de un mensaje que en total ha durado más de 14 minutos y que ha sido grabado en el Salón de Audiencias del Palacio de La Zarzuela.

La situación del rey emérito

Actualmente, Juan Carlos I tiene dos causas abiertas en la Fiscalía del Supremo: la investigación sobre el supuesto cobro de comisiones ilegales por las obras del AVE a la Meca en 2014 y la relativa a las sociedades en paraísos fiscales. Recientemente ha regularizado con Hacienda casi 700.000 euros.

En agosto, fue su marcha a Emiratos Árabes y hace unos días amagó regresar por Navidad, aunque finalmente decidió no hacerlo. El rey emérito, según su entorno citado por varios medios, deseaba volver a la Zarzuela, pero por encima de todo no quería dañar la institución de la monarquía y, según esas mismas fuentes, quería el beneplácito de su hijo el rey.

En 2014, la infanta Cristina como protagonista

Felipe VI ya se enfrentó a una situación complicada en su primer discurso en 2014, cuando dos días antes de su mensaje se conocía la acusación por cargos de fraude fiscal de su hermana, la infanta Cristina.

En aquella ocasión, instó a "cortar de raíz" la corrupción en España destacando que la lucha contra esta lacra es "un objetivo irrenunciable" en nuestro país. En aquella ocasión, la polémica por la corrupción política estaba entre las principales preocupaciones de los españoles, junto al desempleo.