Desde el primer minuto del nuevo curso político, la línea del PP sobre el caso Bárcenas quedó trazada. La consigna es excluir el nombre del extesorero de cuantos más foros públicos, mejor. Por ejemplo, del orden del día del congreso.
Aunque su presidente, Jesús Posada, hila mucho más fino al argumentar el porqué se tumba: el caso Bárcenas, dice, "no es un asunto de gobierno". Ésto no convence a la oposición, que ya ha anunciado que "volverá a la carga para conseguir que el presidente dé más explicaciones".
"Vamos a conseguir que el presidente u otra persona de su gobierno, si no quiere ir él, acuda al conreso a dar explicaciones", explica Rubalcaba.
El último bloqueo de los populares fue el de este martes sobre la creación de una comisión de investigación.
"No sé dónde está escrito que el grupo popular tnga que votar lo que le diga el PSOE", intentaba razonar Alfonso Alonso, portavoz del grupo popular en el Congreso.
Por escrito, plasmó el PP en su programa electoral que su gobierno sería el que devolviera la voz a la oposición. Quizás también esperando a que buenas noticias económicas vayan tapando a Bárcenas, en el PP de momento se aplazan los cambios.
Puede que coincidan en el tiempo con la convención popular, que también se retrasa. Según ha podido saber laSexta tendrá lugar entre los meses de noviembre y enero.