Marruecos ha llamado a consultas a Karima Benyaich, embajadora del país ubicada en Madrid. Así lo han informado a la agencia EFE fuentes de la diplomacia marroquí, que por el momento han afirmado no conocer más detalles sobre dicha llamada a consultas.

Previamente, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, había convocado de urgencia a Benyaich. Según puede avanzar laSexta, la reunión se produjo con motivo de la crisis migratoria y la entrada masiva de migrantes en Ceuta que se ha producido.

En declaraciones a Europa Press antes de la reunión, la embajadora de Marruecos ha asegurado que en las relaciones entre países hay actos que tienen consecuencias, "y se tienen que asumir", en velada referencia a la decisión de España de prestar atención médica al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

Además, ha añadido que las relaciones entre países vecinos y amigos se tiene que basar en "la confianza mutua, que se tiene que trabajar y nutrir". Por último, ha calificado de "inusual" la rapidez con la que ha sido convocada por la ministra española de Exteriores y ha señalado que no descarta que su Gobierno la llame a consultas en las próximas horas.

Esta reunión se trata del primer paso del Gobierno para reconocer la mano marroquí detrás de la llegada de 6.000 personas a la ciudad autónoma. Según ha anunciado el ministro de Interior, 2.700 de ellos ya han sido devueltos siguiendo "los cauces establecidos".

La cuestión es que todo apunta a que esta llegada no ha sido fortuita. Las relaciones entre España y Marruecos pasan ahora por uno de sus peores momentos; en gran parte, por una figura que es ajena a los centenares de familias que se juegan la vida para acceder al territorio español: el secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali.

Hace apenas unas semanas, el 23 de abril, Gali fue hospitalizado en un centro de La Rioja por coronavirus. Esta "acción humanitaria", en palabras de la ministra González Laya, no tiene por qué haber provocado la llegada de inmigrantes. Pero también ha coincidido con la mayor escalada de tensión entre Marruecos y el Frente Polisario, que el pasado mes de noviembre rompieron un alto al fuego de tres décadas.