El expresidente del Senado Juan José Laborda se encuentra "entristecido y escandalizado" por la actitud de los secretarios generales del PSOE de varias comunidades que han propuesto ya a una persona, Susana Díaz, para liderar el partido "desconociendo la opinión de los militantes socialistas".

Laborda, ex secretario general del PSOE de Castilla y León, ha lamentado que esos dirigentes mantengan esa actitud a poco de comenzar un debate sobre el sistema electoral en el partido y en el que se pretende lograr la máxima participación y apertura.

El exdirigente socialista, que se decanta por una solución consistente en la formación de una gestora, ha subrayado que uno de los patrimonios más importantes de su partido ha sido siempre respetar la democracia y las normas.

"Por tanto, me parece perturbador desde el punto de vista intelectual que al mismo tiempo que se reitera la idea de abrirse a la gente, varios dirigentes imploren que venga una determinada persona a resolver los problemas que tienen no sólo los afiliados, sino millones de personas que todavía confían en el PSOE", ha señalado.

A su juicio, dan la impresión de que desconocen absolutamente que lo primero que deben respetar para que se produzca verdaderamente esa apertura es respetar las instituciones y las normas.

"Creer que los problemas del socialismo se resuelven simplemente cambiando a las personas o el régimen electoral a petición y al interés de cada circunstancia, coyunturalmente, es un error tremendo porque se desconocen las instituciones y, al mismo tiempo, no se da la importancia que tiene el contenido de lo que se va a hacer: la oferta de ideas y programas", ha añadido.

Laborda ha reconocido que no sabe exactamente como se puede resolver el actual problema del PSOE, pero, "con cautela", considera que la mejor fórmula sería la creación de una gestora a imagen de lo que ya hizo el partido en el Congreso extraordinario de 1979, en el que él participó, ante la negativa de Felipe González a presentarse a la reelección.

La creación de esa gestora considera que permitiría cierto sosiego y unas condiciones de tranquilidad que cree que necesita el partido para adoptar esta importante decisión sobre su futuro, en vez de hacerlo sólo en un mes.