Los expertos franceses han anunciado que tardarán "días o incluso semanas" en reconstruir los últimos momentos del vuelo 9525. Los expertos tienen que rescatar y sincronizar los cientos de datos de la segunda caja negra, entre ellos cada uno de los botones que pulsó el copiloto, con las grabaciones de voz de la primera "¡Abre esa maldita puerta!" y los trazados de los radares.

De momento, su análisis ha podido confirmar, sin lugar a dudas, que Andreas Lubitz estrelló voluntariamente el avión. No sólo lo hizo caer, sino que “Varias veces, a lo largo del descenso, modificó el reglaje para aumentar la velocidad del avión”, según ha informado un comunicado de La Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA).

Mientras, se suceden los homenajes a las 150 víctimas. El ministro galo del Interior ha acompañado a sus familias en los Alpes. La investigación continúa también en Alemania. Ahora se escrutina los historiales médicos requisados de las consultas de cinco médicos, entre ellos neurólogos y psicólogos, según la prensa alemana, que Lubitz visitó antes del siniestro.

Esta semana se empieza a trabajar la comisión conjunta de expertos, autoridades y aerolíneas. “Primero revisarán la seguridad en cabina; segundo, los exámenes médicos a los pilotos. Y tercero, las pruebas psicológicas”, ha explicado Alexander Dobrindt, ministro alemán de Trasportes. Todo, con el aval de la Unión Europea, para evitar que una tragedia así pueda repetirse.