Por mucho que lo intenten justificar, los argumentos del Gobierno en funciones sobre el nombramiento de Soria hacen aguas, y pese a que Soraya Sáenz de Santamaría afirma que sólo se cumple con la legalidad, lo cierto es que el nombramiento es de libre designación y el Gobierno puede elegir a quien quiera.

Otra explicación coja es la de señalar a la comisión como independiente y técnica, como hizo Luis de Guindos afirmando que "ni lo decide el Consejo de Ministros ni el ministro de Economía, es una comisión". Porque es cierto, pero la comisión está compuesta por tres secretarios de Estado y dos directores generales nombrados por el Gobierno.

También se amparan en la antigüedad del exministro como funcionario, pero ese no es un requisito imprescindible. Además, no cuentan que Soria solo ejerció cinco años como Técnico Comercial del Estado y desde entonces se dedicó a la política como funcionario en excedencia.

Además, el código ético del Banco Mundial habla de comunicar los negocios de familiares que pudieran afectar a la imagen del organismo, y no hace falta recordarles el escándalo offshore del exministro.