Trías, que fue abogado de Bárcenas, declaró el pasado 6 de febrero en la Fiscalía Anticorrupción que el antiguo responsable de las finanzas 'populares' le enseñó hace dos años unas fotocopias que recogían una "contabilidad paralela a la del partido" en la que figuraban entregas en efectivo a dirigentes de la formación en concepto de "complementos o gratificaciones".

Bárcenas, sin embargo, negó esta versión y aseguró que nunca le enseñó a Trías esa supuesta contabilidad B ni tuvo con él "ninguna conversación en ese sentido". A este respecto, señaló que su antiguo abogado actuó con "resentimiento" porque el PP no le pagó una factura que le intentó cobrar por conseguir revocar la imputación su mujer, Rosalía Iglesias, en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, que investiga los papeles de Bárcenas en una pieza separada del caso Gürtel, también tiene previsto interrogará a los inspectores jefes del Cuerpo Nacional de Policía que elaboraron el informe pericial que concluía que la letra de los manuscritos corresponde a Bárcenas.

Admiten los sobresueldos
En las primeras declaraciones testificales, el presidente del Senado, Pío García-Escudero, y el diputado Eugenio Nasarre reconocieron que cobraron sobresueldos, mientras que el expresidente de Baleares Jaume Matas aseguró que pactó con el entonces secretario general del PP, Javier Arenas, un sueldo neto de 21.000 euros cuando dejó de ser ministro.

Además, el exdiputado Jaime Ignacio del Burgo señaló que en 1991 pactó con el entonces presidente del PP, José María Aznar, pagos de 600.000 pesetas (3.600 euros) para el exconsejero de Salud del Gobierno de Navarra Calixto Ayesa después de que fuera elegido para ocupar este cargo y se viera obligado a cerrar su clínica dermatológica.