Nuevos audios que desvela hoy laSexta en exclusiva demuestran cómo la llamada policía política, la cúpula policial en la época del Gobierno de Mariano Rajoy, intentó que no se investigara al comisario José Manuel Villarejo.

Todo sucede en noviembre de 2014 y en el despacho de Eugenio Pino, número 2 de la Policía o Director Adjunto Operativo (DAO). Ahí están reunidos Pino, Villarejo, Enrique García Castaño (exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo, UCAO) y Fuentes Gago, mano derecha de Pino.

En ese encuentro, los audios muestran que Villarejo está cabreado, pues acaba de enterarse por medio de unos periodistas de que está metido en una investigación de asuntos internos, la del caso del Pequeño Nicolás: "Esta mañana me llaman dos periodistas y me dicen, oye te quieren hacer una entrevista porque lo del pequeño Nicolás sales tu en la declaración diciendo que Javier de la Rosa te debe 200.000 euros y no sé qué no sé cuántos…entonces, qué pasa…".

Pino, que había asegurado a Villarejo que nunca saldría en una investigación, no termina de dar crédito y le dice a Villarejo que pregunte, pero este asegura que él sí figura en dichas diligencias. Es entonces cuando responde Enrique García-Castaño, quien dice que van a preguntar al mismo instructor de la investigación, Rubén Eladio, jefe de la unidad 9 de Asuntos Internos.

Villarejo amenaza con que si no retiran su nombre de la causa, hablaría sobre la operación Kitchen, la investigación en la que ya estaba implicado Eugenio Pino, así como el antiguo chofer del extesorero del Partido Popular., Luis Bárcenas, por robar información a este que presuntamente demostraba la financiación irregular del PP.

Quieren sentar en la misma mesa y en secreto a investigador e investigado, pero sin que se entere el jefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, que podría hacer peligrar sus planes: "Llama, llama al…sin que se entere Marcelino al…al instructor (…) y que venga el instructor…", apunta Pino.

La conversación prosigue. En realidad, Pino ya se había encargado de controlar a Martín-Blas, o eso le cuenta a Villarejo, a quien relata la conversación que había mantenido esa misma mañana con él sobre las diligencias del pequeño Nicolas y el nombre de Villarejo:

-Eugenio Pino: "Pero, digo, entonces haz una cosa tú con lo que hagas, antes de mandarlo lo quiero ver yo, punto. No ha habido más, te lo juro por mi honor, por mis hijos, no ha habido más…

(…)

-Eugenio Pino: "Así que yo, cojo y le digo, dame todo lo que tengas de Villarejo y te lo quedas tú…Porque es la única manera que yo tengo de que…(…) De todas maneras, yo no conozco al individuo este, al instructor de las diligencias. Va a venir ahora, no sé si te conocerá…

Estos audios desvelan igualmente que el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, estaría al corriente del asunto, según le cuenta Pino a Villarejo, y que este le aseguró que no estaba metido en la investigación:

-Eugenio Pino: "Ha llegado y ha dicho el secretario de Estado que venga para acá. Y allí el instructor le ha dicho, lo que se habló de Villarejo fue esto…un comisario que se llama no sé qué…200.000 euros…pero no consta en las diligencias…por eso cuando tú me dices que en la plaza de Castilla hay…

Pero Villarejo vuelve a insistir con que le consta que sí está su nombre implicado, reproduciendo lo que le habían comunicado sus fuentes: "Que asuntos internos te está investigando por esto, por esto, en el juzgado número 1…"

Por ello, la cúpula policial decide citar al policía que está investigando, Ruben Eladio López, temerosos de que empezara a tirar del hilo, y acabara con las cloacas del Estado.

Las presiones a Eladio

El comando policial prepara una encerrona a López, le preguntan si Villarejo se encuentra en la causa y le amenazan si cuenta algo de dicha reunión: "Esta conversación no ha tenido lugar. Si le habla usted a alguien se le cae el pelo…", dice el propio Pino.

López confirma que Villarejo está en la investigación, momento en el que Pino emprende su coacción: ¿Y por qué lo escribiste?, ¿qué interés tenía para la causa?, le preguntan.

El policía argumenta que está recogido porque así lo declaró el pequeño Nicolás, y deben apuntar todo lo que cuente, como puedes ver en este vídeo.

Eugenio Pino: "Hágame caso a mí"

Las coacciones al inspector llegan hasta tal punto que hasta García-Castaño intercede para frenarle. Pino dice haber hablado con Martín-Blas, jefe del inspector, pero le dice a este que Martín-Blas "no puede saber de esta entrevista por su seguridad". En ese momento, Enrique García Castaño intercede y le pide que deje "en paz" al policía.

Finalmente, en la última parte del interrogatorio, Pino presiona a López para que solo le haga caso a él y no a su propio jefe: "Todo aquello que aparezca de un miembro de la Policía…debo saberlo yo antes… No haga usted caso a las órdenes de su comisario. Hágame caso a mí"